Memoria
Blanco
SAN FRANCISCO DE SALES
Sábado
24 de enero
ANTÍFONA
DE ENTRADA Cfr. Dn 12, 3
Los
guías sabios brillarán como el esplendor del firmamento, y los que enseñaron a
muchos la justicia, resplandecerán como estrellas por toda la eternidad.
ORACIÓN
COLECTA
Dios
nuestro, que para la salvación de las almas quisiste que el obispo san Francisco
de Sales se hiciera todo para todos, concédenos que, a ejemplo suyo, mostremos
siempre la mansedumbre de tu amor en el servicio a los hermanos. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA
LECTURA
Con su propia sangre, Cristo entró para siempre en
el santuario.
De
la carta a los hebreos: 9, 2-3. 6-7. 11-14
Hermanos:
En la antigua alianza, el santuario estaba dispuesto de tal manera, que en una
primera tienda, llamada el “lugar santo”, se hallaban el candelabro y la mesa
con los panes sagrados; separada por un velo, había una segunda tienda, llamada
el “lugar santísimo”.
Al
“lugar santo” entraban los sacerdotes todos los días para celebrar el culto; pero
al “lugar santísimo” entraba una vez al año el sumo sacerdote, él solo,
llevando consigo sangre de animales para ofrecerla en expiación por sus propios
pecados y por los del pueblo.
Ahora
bien, cuando Cristo se presentó como sumo sacerdote que nos obtiene los bienes
definitivos, penetró una sola vez y para siempre en el “lugar santísimo”, a
través de una tienda, que no estaba hecha por mano de hombres, ni pertenecía a
esta creación. No llevó consigo sangre de animales, sino su propia sangre, con
la cual nos obtuvo una redención eterna.
Porque
si la sangre de los machos cabríos y de los becerros y las cenizas de una
ternera, cuando se esparcían sobre los impuros, eran capaces de conferir a los
israelitas una pureza legal, meramente exterior, ¡cuánto más la sangre de
Cristo purificará nuestra conciencia de todo pecado, a fin de que demos culto
al Dios vivo, ya que a impulsos del Espíritu Santo, se ofreció a sí mismo como
sacrificio inmaculado a Dios, y así podrá purificar nuestra conciencia de las
obras que conducen a la muerte, para servir al Dios vivo!
Palabra de Dios.
SALMO
RESPONSORIAL Del salmo 46
R. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono.
Aplaudan,
pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor, el Altísimo, es
terrible y de toda la tierra, rey supremo. R.
Entre
voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos
en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos. R.
Porque
Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios
sobre todas las naciones desde su trono santo. R.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Hechos 16, 14
R. Aleluya, aleluya.
Abre,
Señor, nuestros corazones, para que aceptemos las palabras de tu Hijo. R.
EVANGELIO
Sus parientes decían que se había vuelto loco.
Del
santo Evangelio según san Marcos: 3, 20-21
En
aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente,
que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo,
pues decían que se había vuelto loco.
Palabra del Señor.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Por
esta ofrenda de salvación que te presentamos, Señor, enciende nuestro corazón
con aquel divino fuego del Espíritu Santo con el que de manera admirable
inflamaste el corazón lleno de mansedumbre de san Francisco. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 Cor 1, 23-24
Nosotros
predicamos a Cristo crucificado: a Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos,
Dios todopoderoso, que, por este sacramento que acabamos de recibir, imitando
en la tierra la caridad y la mansedumbre de san Francisco, consigamos también
la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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