4 de enero de 2015 - Misa de la tarde

Solemnidad
Blanco
LA EPIFANÍA DEL SEÑOR
Domingo
4 de enero
Misa vespertina de la vigilia

Tomado de http://www.revistaecclesia.com/
Esta Misa se dice en la tarde del sábado. Las lecturas de la misa son las mismas en esta celebración que las de la mañana, solo cambian las oraciones que se utilizan.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Bar 5, 5
Levántate, Jerusalén, mira hacia oriente y contempla a tus hijos reunidos desde donde sale el sol hasta el ocaso.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor, que ilumine nuestros corazones el esplendor de tu majestad, para que, venciendo las tinieblas de nuestro mundo, lleguemos a la patria de la eterna claridad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA 
La gloria del Señor alborea sobre ti.

Del libro del profeta Isaías: 60, 1-6

Levántate y resplandece, Jerusalén, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor alborea sobre ti. Mira: las tinieblas cubren la tierra y espesa niebla envuelve a los pueblos; pero sobre ti resplandece el Señor y en ti se manifiesta su gloria. Caminarán los pueblos a tu luz y los reyes, al resplandor de tu aurora.

Levanta los ojos y mira alrededor: todos se reúnen y vienen a ti; tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces verás esto radiante de alegría; tu corazón se alegrará, y se ensanchará, cuando se vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos y dromedarios, procedentes de Madián y de Efá. Vendrán todos los de Sabá trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 71

R. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.

Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente. R.

Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra. R.

Los reyes de occidente y de las islas le ofrecerán sus dones. Ante él se postrarán todos los reyes y todas las naciones. R.

Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida al desdichado. R.

SEGUNDA LECTURA 
También los paganos participan de la misma herencia que nosotros.

De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 3, 2-3. 5-6

Hermanos: Han oído hablar de la distribución de la gracia de  Dios, que se me ha confiado en favor de ustedes. Por revelación se me dio a conocer este designio secreto, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, pero que ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: es decir, que por el Evangelio, también los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Jesucristo.
Palabra de Dios.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 2, 2

R. Aleluya, aleluya.
Hemos visto su estrella en el oriente y hemos venido a adorar al Señor. R.

EVANGELIO 
Hemos venido de oriente para adorar al rey de los judíos.

Del santo Evangelio según san Mateo: 2, 1-12

Jesús nació en Belén de Judá, en tiempos del rey Herodes. Unos magos de oriente llegaron entonces a Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir su estrella y hemos venido a adorarlo”.

Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y toda Jerusalén con él. Convocó entonces a los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: “En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá, pues de ti saldrá un jefe, que será el pastor de mi pueblo, Israel”.

Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran el tiempo en que se les había aparecido la estrella y los mandó a Belén, diciéndoles: “Vayan a averiguar cuidadosamente qué hay de ese niño, y cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya a adorarlo”.

Después de oír al rey, los magos se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto surgir, comenzó a guiarlos, hasta que se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Advertidos durante el sueño de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
Palabra del Señor

Se dice Credo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestros dones en la manifestación de tu Unigénito a los pueblos paganos, de manera que podamos ofrecerte nuestra alabanza y alcanzar la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
  
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Apoc 21, 23
La claridad de Dios ilumina la ciudad santa de Jerusalén, a esa luz caminan las naciones.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados, Señor, por estos sagrados alimentos, imploramos tu misericordia, para que la estrella de tu justicia resplandezca siempre en nuestra vida y sea nuestro tesoro la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.

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