Memoria
Rojo
SANTA INÉS, VIRGEN Y MÁRTIR
Miércoles
21 de enero
ANTÍFONA
DE ENTRADA
Ya
sigue al Cordero crucificado por nosotros, la virgen llena de valor, ofrenda de
pudor y víctima de castidad.
ORACIÓN
COLECTA
Dios
todopoderoso y eterno, que escoges lo débil del mundo para confundir a los
fuertes, concede propicio, a quienes celebramos el martirio de santa Inés, que
imitemos su firmeza en la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los
siglos.
PRIMERA
LECTURA
Tú eres sacerdote eterno, como Melquisedec.
De
la carta a los hebreos: 7, 1-3. 15-17
Hermanos:
Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo, salió al encuentro de
Abraham, cuando éste volvía de derrotar a los reyes, y lo bendijo. Abraham le
dio entonces la décima parte de todo el botín.
El
nombre de Melquisedec, significa rey de justicia y el título rey de Salem,
significa rey de paz. No se mencionan ni su padre ni su madre, y aparece sin
antepasados. Tampoco se encuentra el principio ni el fin de su vida. Es la
figura del Hijo de Dios, y como él, permanece sacerdote para siempre.
En
efecto, como Melquisedec, Jesucristo ha sido constituido sacerdote, en virtud
de su propia vida indestructible y no por la ley, que señalaba que los
sacerdotes fueran de la tribu de Leví. La palabra misma de Dios lo atestigua,
cuando dice: Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec.
Palabra de Dios.
SALMO
RESPONSORIAL Del salmo 109
R. Tú eres sacerdote para siempre
Esto
ha dicho el Señor a mi Señor: “Siéntate a mi derecha; yo haré de tus contrarios
el estrado donde pongas los pies”. R.
Extenderá
el Señor desde Sión tu cetro poderoso y tú dominarás al enemigo. R.
Es
tuyo el señorío; el día en que naciste, en los montes sagrados, te consagró el
Señor antes del alba. R.
Juró
el Señor y no ha de retractarse: “Tú eres sacerdote para siempre, como
Melquisedec”. R.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 4, 23
R. Aleluya, aleluya.
Jesús
predicaba la buena nueva del Reino y curaba a la gente de toda enfermedad. R.
EVANGELIO
¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado
o hay que dejarlo morir?
Del
santo Evangelio según san Marcos: 3, 1-6
En
aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía
tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en
sábado y poder acusarlo. Jesús le dijo al tullido: “Levántate y ponte allí en
medio”. Después les preguntó: “¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado,
el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que
dejarlo morir?”. Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con
tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre: “Extiende tu mano”. La
extendió, y su mano quedó sana.
Entonces
se salieron los fariseos y comenzaron a hacer planes, con los del partido de
Herodes, para matar a Jesús.
Palabra del Señor.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Te
pedimos, Señor, que los dones que te presentamos en la celebración de santa
Inés, por tu gracia, te sean agradables, así como te fue grato el combate de su
martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Apoc 7, 17
El
Cordero, que está en el trono, los conducirá a las fuentes del agua de la vida.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor
Dios, que coronaste entre los santos a la bienaventurada Inés por la doble
victoria de su virginidad y de su martirio, concédenos, por la eficacia de este
sacramento, que, venciendo valerosamente todo mal, consigamos la gloria del
cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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