8 de enero de 2015

AVISO IMPORTANTE: En función de las visitas que recibe este blog (me ha sorprendido descubrir que algunos consultan las lecturas desde otros lugares del mundo, incluso ¡Rusia!) y considerando la diferencia horaria he pensado en publicar las lecturas con un día de anticipación para, de esa manera, puedan tener acceso a ellas con la anticipación necesaria para usarlas en sus celebraciones litúrgicas. Espero que no cause inconvenientes, pero agradezco sus comentarios al respecto. ¡Gracias por su preferencia! ¡Buen día!


Feria
Blanco
Jueves del Tiempo de Navidad
8 de enero
  
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Jn 1, 1
En el principio y antes de todos los siglos Dios era Palabra, y la Palabra se dignó nacer como Salvador del mundo.

ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has hecho brillar la luz eterna de tu divinidad ante todas las naciones, haz que tu pueblo conozca en plenitud la gloria de Cristo, su Redentor, para que, así, alcance la claridad que no tiene ocaso. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA 
El que ama a Dios, que ame también a su hermano.

De la primera carta del apóstol san Juan: 4, 19–5, 4

Queridos hijos: Amamos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguno dice: “Amo a Dios” y aborrece a su hermano, es un mentiroso, pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Además, Jesús nos ha dado este mandamiento: El que ama a Dios, que ame también a su hermano.

Todo el que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios. Todo el que ama a un padre, ama también a los hijos de éste. Conocemos que amamos a los hijos de Dios en que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos, pues el amor de Dios consiste en que cumplamos sus preceptos. Y sus mandamientos no son pesados, porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y nuestra fe es la que nos ha dado la victoria sobre el mundo.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 71

R. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.

Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente. R.

De la opresión rescatará a los pobres, pues estima su vida muy valiosa. Por eso rogarán por él sin tregua y lo bendecirán a todas horas. R.

Que bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre. Que él sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso las naciones. R.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc  4, 18

R. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos. R.

EVANGELIO
Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura.

Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 14-22

En aquel tiempo, impulsado por el Espíritu, Jesús volvió a Galilea. Iba enseñando en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió por toda la región.

Fue también a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.

Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”.

Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras que salían de sus labios.
Palabra del Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestros dones, con los que se realiza tan glorioso intercambio, para que, al ofrecerte lo que tú nos diste, merezcamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que la eficacia de estos sagrados misterios constantemente fortalezca nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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