Feria
Blanco
Lunes del Tiempo de Navidad
5 de enero
ANTÍFONA
DE ENTRADA Cfr. Sal 64, 12
Con
tu bondad, Señor, bendices este año y tus campos se llenarán de frutos.
ORACIÓN
COLECTA
Dios
eterno, principio de todo lo creado, concédenos durante este año, que desde hoy
te dedicamos, no carecer de lo necesario para la vida y dar testimonio de ti
con nuestras buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los
siglos.
PRIMERA
LECTURA
Examinen toda inspiración para ver si viene de Dios.
De
la primera carta del apóstol san Juan: 3, 22–4, 6
Queridos
hijos: Puesto que cumplimos los mandamientos de Dios y hacemos lo que le
agrada, ciertamente obtendremos de él todo lo que le pidamos. Ahora bien, éste
es su mandamiento: que creamos en la persona de Jesucristo, su Hijo, y nos
amemos los unos a los otros, conforme al precepto que nos dio. Quien cumple sus
mandamientos permanece en Dios y Dios en él. En esto conocemos, por el Espíritu
que él nos ha dado, que él permanece en nosotros.
Hermanos
míos, no se dejen llevar de cualquier espíritu, sino examinen toda inspiración
para ver si viene de Dios, pues han surgido por el mundo muchos falsos
profetas. La presencia del Espíritu de Dios la pueden conocer en esto: Todo
aquel que reconoce a Jesucristo, Palabra de Dios, hecha hombre, es de Dios.
Todo aquel que no reconoce a Jesús, no es de Dios, sino que su espíritu es del
anticristo. De éste han oído decir que ha de venir; pues bien, ya está en el
mundo.
Ustedes
son de Dios, hijitos míos, y han triunfado de los falsos profetas, porque más
grande es el que está en ustedes que el que está en el mundo. Ellos son del
mundo, enseñan cosas del mundo y el mundo los escucha. Pero nosotros somos de
Dios y nos escucha el que es de Dios. En cambio, aquel que no es de Dios no nos
escucha. De esta manera distinguimos entre el espíritu de la verdad y el
espíritu del error.
Palabra
de Dios.
SALMO
RESPONSORIAL Del salmo 2
R. Yo
te daré en herencia las naciones.
Anunciaré
el decreto del Señor. He aquí lo que me dijo: “Hijo mío eres tú, yo te he
engendrado hoy. Te daré en herencia las naciones y como propiedad, toda la
tierra”. R.
Escuchen
y comprendan estas cosas, reyes y gobernantes de la tierra. Adoren al Señor con
reverencia, sírvanlo con temor. R.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 4, 23
R. Aleluya,
aleluya.
Jesús
predicaba la buena nueva del Reino y curaba a la gente de toda enfermedad. R.
EVANGELIO
Ya está cerca el Reino de los cielos.
Del
santo Evangelio según san Mateo: 4, 12-17. 23-25
Al
enterarse Jesús de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea, y
dejando el pueblo de Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm, junto al lago, en
territorio de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que había
anunciado el profeta Isaías:
Tierra
de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los
paganos. El pueblo que yacía en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que
vivían en tierra de sombras una luz resplandeció.
Desde
entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo: “Conviértanse, porque ya está
cerca el Reino de los cielos”. Y andaba por toda Galilea, enseñando en las
sinagogas y proclamando la buena nueva del Reino de Dios y curando a la gente
de toda enfermedad y dolencia.
Su
fama se extendió por toda Siria y le llevaban a todos los aquejados por
diversas enfermedades y dolencias, a los poseídos, epilépticos y paralíticos, y
él los curaba. Lo seguían grandes muchedumbres venidas de Galilea, Decápolis,
Jerusalén, Judea y Transjordania.
Palabra
del Señor.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Que
te sean gratas, Señor, las ofrendas que te presentamos, para que todos los que
celebramos con alegría el comienzo de este año, merezcamos que transcurra
íntegro en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Heb 13, 8
Jesucristo
es el mismo ayer, hoy y siempre.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Acompaña,
Señor, al pueblo que participó en este santo sacramento, para que durante todo
este año ningún peligro lo aflija, ya que siempre está confiando en tu
protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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