Morado
Memoria libre de San Dámaso I, Papa
11 de diciembre
Jueves II de Adviento
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr.
Sal 118, 151-152
Tú
estás cerca, Señor, y todos tus caminos son rectos. Desde el principio
comprendí que tu alianza la estableciste para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Despierta,
Señor, nuestros corazones para que preparemos los caminos de tu Unigénito, de
modo que merezcamos, por su venida, poder servirte con renovado espíritu. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Yo soy tu redentor, el Dios de
Israel.
Del
libro del profeta Isaías: 41, 13-20
“Yo,
el Señor, te tengo asido por la diestra y yo mismo soy el que te ayuda. No
temas, gusanito de Jacob, oruga de Israel, que soy yo, dice el Señor, el que te
ayuda; tu redentor es el Dios de Israel. Mira: te he convertido en rastrillo
nuevo de dientes dobles; triturarás y pulverizarás los montes, convertirás en paja
menuda las colinas. Las aventarás y se irán con el viento y el torbellino las
dispersará. Tú, en cambio, te regocijarás en el Señor, te gloriarás en el Dios
de Israel.
Los
miserables y los pobres buscan agua, pero es en vano; tienen la lengua reseca
por la sed. Pero yo, el Señor, les daré una respuesta; yo, el Dios de Israel,
no los abandonaré. Haré que broten ríos en las cumbres áridas y fuentes en
medio de los valles; transformaré el desierto en estanque y el yermo, en
manantiales.
Pondré
en el desierto cedros, acacias, mirtos y olivos; plantaré juncos en la estepa,
cipreses, oyameles y olmos; para que todos vean y conozcan, adviertan y
entiendan de una vez por todas, que es la mano del Señor la que hace esto, que
es el Señor de Israel quien lo crea”.
Palabra de
Dios.
SALMO RESPONSORIAL Del
salmo 144
R/. Bueno es el
Señor para con todos.
Dios
y rey mío, yo te alabaré, bendeciré tu nombre siempre y para siempre. Bueno es
el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. R/.
Que te
alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que
proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
Que
muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino. Tu
reino, Señor, es para siempre y tu imperio, por todas las generaciones. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Is 45, 8
R/. Aleluya,
aleluya.
Dejen,
cielos, caer su rocío y que las nubes lluevan al Justo; que la tierra se abra y
haga germinar al Salvador. R/.
EVANGELIO
No ha habido ninguno más
grande que Juan el Bautista.
Del
santo Evangelio según san Mateo: 11, 11-15
En
aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: “Yo les aseguro que no ha surgido entre
los hijos de una mujer ninguno más grande que Juan el Bautista. Sin embargo, el
más pequeño en el Reino de los cielos, es todavía más grande que él.
Desde
los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los cielos exige
esfuerzo, y los esforzados lo conquistarán. Porque todos los profetas y la ley
profetizaron, hasta Juan; y si quieren creerlo, él es Elías, el que habría de
venir. El que tenga oídos que oiga”.
Palabra del
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS
OFRENDAS
Recibe,
Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos bienes que nos has
dado, y haz que lo que nos das en el tiempo presente para aumento de nuestra
devoción, se convierta para nosotros en prenda de tu redención eterna. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Tit
2, 12-13
Vivamos
ya desde ahora de una manera sobria, justa y fiel, en espera de la gloriosa venida
del gran Dios y Salvador.
ORACIÓN DESPUÉS DE
LA COMUNIÓN
Te
pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado,
mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas pasajeras, nos
inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro
apoyo en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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