Morado
10 de diciembre
Miércoles II de Adviento
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Hab 2, 3; 1 Cor 4,
5
Ven,
Señor, y no tardes; ilumina lo que esconden las tinieblas y manifiéstate a
todas las naciones.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, que nos mandas preparar el camino a
Cristo el Señor, concede, benigno, que ninguna debilidad nos haga desfallecer,
pues nos conforta el médico celestial con su consoladora presencia. Él, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos.
PRIMERA LECTURA
El Señor da vigor al fatigado.
Del
libro del profeta Isaías: 40, 25-31
“¿Con
quién me van a comparar, que pueda igualarse a mí?”, dice el Dios de Israel.
Alcen los ojos a lo alto y díganme quién ha creado todos aquellos astros. Él es
quien cuenta y despliega su ejército de estrellas y a cada una la llama por su
nombre; tanta es su omnipotencia y tan grande su vigor, que ninguna de ellas
desoye su llamado.
¿Por
qué dices tú, Jacob, y lo repites tú, Israel: “Mi suerte se le oculta al Señor
y mi causa no le preocupa a mi Dios”? ¿Es que no lo has oído? Desde siempre el
Señor es Dios, creador aun de los últimos rincones de la tierra. Él no se cansa
ni se fatiga y su inteligencia es insondable.
Él da
vigor al fatigado y al que no tiene fuerzas, energía. Hasta los jóvenes se
cansan y se rinden, los más valientes tropiezan y caen; pero aquellos que ponen
su esperanza en el Señor, renuevan sus fuerzas; les nacen alas como de águila,
corren y no se cansan, caminan y no se fatigan.
Palabra de
Dios.
SALMO RESPONSORIAL Del
salmo 102
R/. Bendice al
Señor, alma mía.
Bendice
al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor,
alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.
Él
perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata tu vida del sepulcro y
te colma de amor y de ternura. R/.
El
Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para
perdonar. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros
pecados. R/.
ACLAMACIÓN ANTES
DEL EVANGELIO
R/. Aleluya,
aleluya.
Ya
viene el Señor para salvar a su pueblo. Dichosos los que estén preparados para
salir a su encuentro. R/.
EVANGELIO
Vengan a mí, todos los que
están fatigados.
Del
santo Evangelio según san Mateo: 11, 28-30
En
aquel tiempo, Jesús dijo: “Vengan a mí, todos los que están fatigados y
agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y
aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso,
porque mi yugo es suave y mi carga, ligera”.
Palabra del
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS
OFRENDAS
Que
este sacrificio, Señor, que te ofrecemos con devoción, nunca deje de
realizarse, para que cumpla el designio que encierra tan santo misterio y obre
eficazmente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr.
Is 40, 10; 35, 5
El
Señor vendrá con gran poder e iluminará los ojos de sus siervos.
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